Wednesday, March 25, 2009

Creando un Espacio para la Gracia

Tengo una amiga americana, Catalina, quien actualmente vive en la India, laborando en escribir un libro. Hace un mes, ella me invitó a participar en una colaboración especial: el de crear un curso de inglés para los niños que viven en unas colonias populares cerca del aeropuerto internacional de Mumbai. (En la foto se ve a Akshay en su colonia y a no muy lejos se ve el lujoso Hotel Internacional. Favor de presionar las fotos dos veces para verlas mejor).

Por medio del trabajo del libro, ella había conocido varios niños y se le ocurrió hacer algo para ellos: una clase para aprender inglés. Esto iba a ser para un grupo selecto de niños, así que también quería conseguir a un maestro “especial”. Nos pusimos de acuerdo: yo tenía el tiempo disponible, un boleto de avión “gratis” de promoción y las ganas de hacer algo.

Así que por varios días llegué para ser “el Profe Importado”.


El criterio para la selección de los muchachos fue muy estricto . No admitimos a niños que estuvieran asistiendo a clases (a menos que fuese una notable excepción ). Queríamos de preferencia, casos especiales: alumnos con un gran potencial que hubieran demostrado su valor y habilidad para sobrevivir en la dura realidad de aquel barrio. Además , buscábamos niños que habiendo vivido las mas duras experiencias en sus cortas vidas, enriquecerían la clase.

Por ejemplo, Catalina invitó a Akash (el segundo, de la derecha), el más “intocable” de todos, un muchacho que vive entre la basura. Al incluir a Akash, los demás invitados sabrían que también había un lugar para ellos. Resulta que Akash fue el primer niño que conocí. Cuando le presté mi mano para saludarlo, se me quedó viendo muy confundido. Parece ser que nadie le saluda, y menos de mano. Al hacerlo, todos los presentes dieron un paso atrás, como asustados. En ese momento yo no sabía que él era “el niño de la basura” y en ese momento Akash dejó de serlo y pasó a ser un alumno más. El resultado fue agradable: trajo a la clase algo que hoy en día es escaso—el respeto a las cosa ajenas. A pesar de que los más ricos del mundo se han convertido en los ladrones más adeptos de la historia, Akash, aunque es desesperadamente pobre, nunca roba y no robará.

Las clases se llevaron a cabo en un cuarto de un metro de ancho por 3 metros de largo. No había ventanas, pero sí había luz y un
abanico, gracias a Dios, porque los calores de Mumbai llegan hasta los 36 grados. Teníamos una banquita para el Profe Importado y una alfombra en el piso para que se sentaran los niños. (A la derecha, pueden ver dos de los jóvenes acaparando el espacio).

Al principio, nadie en el barrio tomó muy en serio nuestro proyecto, tomaron la misma actitud indiferente que siempre han tenido hacia estos niños. Los alumnos de esta clase fueron los no-queridos, los ladroncillos, los descontrolados. Los muchachos, sin embargo, sí tomaron las cosas en serio. Vinieron con un solo propósito: aprender.

Aardash fue uno de ellos. Vino a clase todos los días, a pesar de los golpes de su
madre, quien le tenía prohibido la asistencia. Se presentaba el muchacho a clase, ella mandaba llamar por él para que regresara a su casa en donde le pegaba. Y aun así, él regresaba una vez más a clase. A los diez años de edad, domina cuatro idiomas y le encanta aprender.


Neha y su hermano Raja son recién llegados del estado de Bihar, la región más pobre de la India. Su mamá sufre varias enfermedades del riñón y se vino a Mumbai para
encontrar un remedio. Pero como no conoce a nadie, les tiene prohibido a sus hijos ir a la escuela—tal vez porque tiene miedo de que alguien les vaya a raptar. Ahora en la clase de inglés han comenzado a forjar amistades. A través de esta clase ella vio que sus hijos pueden tener amigos y que están seguros en la escuela. Gracias a esta clase ella tal vez les permita ir también a la escuela.

Puja es belleza encarnada—y la niña mas vulnerable de la colonia. Es sordomuda, y abandonada por su mamá. Su papá trabaja todo el día, así que sus dos hermanas no
van a la escuela para poder protegerla . Al salir de casa rumbo a la India, dos de mis hermanos me dieron algo de dinero para hacer alguna caridad. Con este dinero, Catalina va a poner a Puja en una escuela para los niños de necesidades especiales.









La mamá de Attish se murió cuando él era un bebé y su papá es un borracho. Attish
fue atropellado por un carro y dejó de ir a la escuela. Es vecino de Puja y la ha adoptada como hermana. Entre los dos han desarrollado un sistema de comunicación mediante las señas. Con cada clase de inglés, se agarraron más confianza. Es amado por las muchachas, un verdadero hermano mayor.

Al final, son niños con ganas de jugar y la necesidad de cariño. Pero son niños muy pobres y la necesidad les obliga a trabajar. En algunos casos son los papás quienes les mandan a trabajar, pero en la mayoría de los casos es el hambre misma de los niños que los lleva hacia el basurero o hacia las fábricas para ganar lo que si es acaso lo que llega a ser el pan de cada día.

Rajan, con su piel, cabello, y ojos oscuros es hermoso. A los 14 años de edad, trabaja diez horas diarias en un lugar donde fabrican crema para “blanquear” la piel. Es un muchacho de la calle, miembro de una
pandilla. Todos los días asiste a las clases de ingles venciendo la tentación de correr tras sus amigos. La fuerza que lo atrae es su avidez —Lo que lo hace venir a clases no es solo el hambre física, sino mental. Su necesidad de comer es tan grande , como su necesidad de aprender..

Sunil es un ladrón. Es su oficio, aunque no su carácter. El y su hermana Sunita, de doce años de edad, viven al lado de un marranero. Sufren de mordidas de ratas, infestaciones de gusanos y otras miserias que a mi me acabarían, y pronto. A veces Sunita se va de la casa, dejando a Sunil desesperado, el ha tomado el rol de papá y mamá de la niña. A la vez, es muy listo, un líder natural por lo cual los pandilleros siempre lo buscan. Sunil tiene 15 años de edad y la sabiduría de un viejito de 80. Se droga con resistol. De todas maneras, siempre asiste a clase.

Son bellos, todos, pues son niños. Pero estos niños son invisibles—pobres, hambrientos, desordenados. Ignorados. Entre ellos está Vijay, el mas pequeño de
todos, él que todo el mundo golpea y abusa. Lo llame, por su nombre “¡Vijay!” pero no me respondió hasta que le toque el hombro. Catalina me explico “Es que nadie lo llama por su nombre, Por eso, no lo reconoce Pero se convirtió en un buen estudiante, con solo un poco de atención lo veo mas animado Para mi, su sonrisa tiene un valor incalculable.

El curso de inglés se acabó y el Profe Importado regresó a América. Catalina está negociando la renta para otra aula y otra clase. Ahora ella tiene algo con que presionar a los papás para que manden a sus hijos a la escuela: “¡Pasaron el examen de inglés!”


Lo que comen
zó como un proyecto terminó siendo una bendición—algo que nos abre hacia un futuro, que genera esperanza, inspira fe y anima al amor. No está nada mal para un grupo de niños marginados e invisibles de la India.










Gracias a Ericka Weinmann y Esmerald Gavino por servicios de traduccion...